“Dios me habló.”
“El Espíritu habló a mi corazón.”
“Dios me reveló una gran idea.”

Estar cerca de Dios significa comunicarse con Él, decirle en oración qué hay en nuestro corazón y escucharlo, entender lo que nos dice. Esta segunda mitad de la conversación es muy importante pero también puede ser difícil. ¿Cómo podemos oír su voz? ¿Cómo podemos estar seguros de que lo que creemos escuchar no es nuestro subconsciente? ¿Qué rol tiene La Biblia? ¿Qué sucede si lo que Dios nos dice no es claro?

La clave, dice el respetado autor Dallas Willard, es enfocarse no tanto en las acciones o decisiones individuales sino en construir una relación cercana con nuestro Creador. En esta obra clásica, el autor provee ricas señales espirituales sobre cómo escuchar claramente la voz del Padre y desarrollar una relación paternal de intimidad con Él en la obra de su Reino.