La obra de ocho volúmenes de Teología Sistemática escrita por el presidente del Seminario Teológico de Dallas Lewis Sperry Chafer, sin duda marcó un hito en la historia de la doctrina cristiana. No existía nada parecido en contenido, propósito y alcance. Su aparición en 1947, en mitad de una época en que la la interpretación liberal estaba minando las bases bíblicas de la hermenéutica y el estudio teológico fue algo muy significativo.

Las características generales de la Teología Sistemática de Chafer dejan claro que se trata de algo totalmente diferente que cualquier otra teología escrita y publicada previamente. Por primera vez en todo el ámbito de la teología se trata de una Teología Sistemática que parte del punto de vista de la interpretación premilenial. El trabajo realizado por Chafer es eminentemente bíblico, apela constantemente a la autoridad de la Escritura en lugar de a la filosofía, la tradición, o los credos, como hacen otros trabajos similares. Aunque no deja de citar, en todos aquellos casos en los sus puntos de vista encajan con la perspectiva premilenial, el patrimonio doctrinal de los Padres de la Iglesia y los reformadores protestantes del Siglo XVI. Y cita también abundantemente a los autores puritanos y debates posteriores en materia teológica

A grandes rasgos se aprecia un calvinismo amplio y moderado, por lo que cabría clasificarla en su conjunto dentro de los límites generales de la teología reformada con ciertas adiciones y variantes importantes. Sin embargo, hay puntos en los que se aparta completamente los postulados de la teología reformada.

Se trata de una obra fresca y creativa, pionera en un nuevo campo, plantea un sistema teológico de la interpretación de las doctrinas bíblicas totalmente novedoso, ya que nunca antes se había tratado de esta manera: Expone y sistematiza abiertamente la teología premilenial y dispensaciones.

Las doctrinas que contiene no son nada nuevo, habían sido predicadas en diversas formas por la mayoría de los grandes maestros premilenaristas desde el Siglo XIX. Pero Chafer recoge y reduce a una estructura sistemática, ampliadolas en todos los campos en los que la revelación ha proporcionado enseñanza.

Aporta a todos los pastores y líderes que se acogen a la interpretación premilenial de las Escrituras un orden sistemático de los contenidos, consecuencias, y las relaciones de sus doctrinas, una exposición ordenada de la doctrina en su conjunto, como nunca se había proporcionado en un trabajo anterior.

Como decimos en el caso de otras teologías que sostienen puntos de vista distintos, (como pueda ser el caso de la Teología Sistemática Reformada de Charles Hodge) con total independencia de la posición teológica asumida por el lector, la Teología Sistemática de Chafer es una obra de referencia y consulta indispensable.