La cultura popular es el escenario que moldea donde vivimos, nos movemos y somos. En las canciones, películas, novelas, memes y series, se evidencian convicciones y preguntas punzantes de nuestra generación. La cultura popular es una liturgia secular: el terreno donde se labra la identidad personal y la memoria colectiva, el plato donde se ensayan escenarios de posibles futuros.
La teología del siglo XXI se ve en la titánica tarea de establecer una mediación entre sus certezas fundacionales y las frenéticas experiencias que nos rodean. Como cada generación cristiana a lo largo de la historia, nos vemos ante el desafío de volver a representar —en un escenario nuevo y ante desafíos desconocidos— la antigua historia de la salvación.
Teología Pop es el fruto de las búsquedas y los hallazgos de una generación ecléctica, curiosa, hiperconectada. Recupera la polifonía de voces jóvenes que brotan desde los rincones de toda Iberoamérica: 21 ensayos que hablan desde y hacia el siglo XXI. Es un testimonio de la fe de una generación que se siente a gusto por igual entre textos milenarios y pantallas táctiles. La reflexión teológica —escrita por las nuevas generaciones, desde el Sur global y en nuestra propia lengua—está vivita y coleando.
Por ser un libro firmado por muchas manos, conviven aquí todo tipo de miradas y preguntas. Esa multiplicidad es el reconocimiento de que el Espíritu sopla donde quiere (y la Iglesia no puede prescindir de esa gracia multiforme).