¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ?
¿Cuán a menudo le ha gritado a Dios las palabras por qué? “¿Por qué la gente no me entiende?” “¿Por qué lucho?” “¿Por qué tengo problemas?” La respuesta es: porque estás ungido.
“Solía tener la errónea noción de que cuando estás realmente ungido, no tienes más problemas o tiempos difíciles. Pero muéstrame a alguien que esté lleno del Espíritu Santo, que doble sus rodillas asiduamente, que hable en lenguas angelicales, que libere personas endemoniadas, que pose sus manos sobre los enfermos y estos sanen, que haga milagros, que cambie al mundo, que transforme mentes y realice cosas alucinantes, y te mostraré a alguien que ha sufrido noches enteras preguntándose dónde esta Dios. Pero, mis amigos, debo confesar que a pesar de todo he aprendido a confiar en Jesús. ¡A pesar de todo, he aprendido a confiar en Jesús!”
-T.D. Jakes.
“Por que yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (JEREMÍAS 29:11).
Permita que este mensaje de unción, basado en Las Escrituras y en experiencias personales, lo llene de paz y tranquilidad para esa pregunta recurrente en su mente: ¿Por qué?: Por causa de la unción.