Wanamaker no ignora los tratos tradicionales de la critica histórica, lingüística, literaria y teológica de la escritura de un comentario de esta naturaleza. Es más, en determinados momentos presenta una contribución significativa a las cuestiones pertinentes a la exégesis tradicional. Sin embargo, el autor nos lleva más allá de escritos previos sobre la correspondencia tesalónica al tomar en cuenta seriamente las dimensiones sociales tanto del cristianismo en Tesalónica como del texto de ambas cartas.
Al combinar los métodos exegéticos tradicionales con este nuevo acerca miento, Wanamaker busca entender el cristianismo paulino. Tesalónica como un movimiento socio-religioso en el primer siglo del mundo greco-romano, e intenta comprender el carácter social y la función de las cartas de Pablo dentro de ese contexto.