Esto paso después.
En los Estados Unidos, un creciente número de gente que abandonó a la iglesia no se identifican con ninguna religión especifica. El Nuevo Ateísmo insiste en que el cristianismo es dañino para la sociedad. Frases como “La Biblia dice….”, no lleva el mismo peso que antes, y gracias a nuestro mundo digital, las personas saben “lo que sea que” la Biblia dice, sin siquiera leerla.
No obstante, nosotros predicamos, enseñamos, escribimos y comunicamos como si nada hubiera cambiado, como si decir “La Biblia dice” todavía lo resolviera.
De acuerdo con el autor y líder cristiano, Andy Stanley, es tiempo de poner pausa a muchas de las cosas que estamos haciendo y considerar el modelo de fe de nuestros hermanos y hermanas del primer siglo, quienes no tenían una Biblia oficial, ni organizaciones, y humanamente hablando, ni una pequeña posibilidad de sobrevivir.
¿Qué sabían ellos que nosotros no?
¿Qué hizo de su fe tan persuasiva, tan defendible, tan irresistible?
Abróchense los cinturones… están a punto de saberlo. Aún más importante. Andy nos invita a retomar la versión de la fe que, contra todas las posibilidades, inició una cadena de eventos, resultando ser la más significativa y extensa transformación cultural que el mundo jamás haya visto Una versión que debemos abrazar si somos sal y luz en un mundo cada vez más oscuro y sin sabor.