CUANTAS VECES HEMOS ESCUCHADO ESTAS AFIRMACIONES…
“¡No podemos competir con la megaiglesia de nuestra ciudad!”.
“Una nueva iglesia se abrió a dos calles de nosotros. ¡Ya tenemos muchas iglesias aparte de ellos!”
“La iglesia abrió otra de sus sedes cerca de nosotros. Lo que está haciendo es completamente falto de ética”.
“No podemos alcanzar a las familias jóvenes. Todos se van a la iglesia grande que tiene todas esas cosas para niños y estudiantes”.
“No tenemos el dinero ni la gente que otras iglesias tienen”.
El autor de éxitos de ventas Thom S. Rainer ha escuchado comentarios como estos por cientos y aun miles de veces. Son afirmaciones de desesperanza, de desesperación, afirmaciones de derrota. Pero los líderes de las iglesias ya no quieren más sentirse de esta manera, sino que desean romper con la mediocridad de siempre, de los mismos pensamientos sosos y tomar el control de la manera en que viven sus iglesias.
Hay esperanza. La esperanza de Dios. Las posibilidades de Dios.
¿Cómo luce una iglesia combativa? Echemos juntos un vistazo.