El Comentario Bíblico de William MacDonald es la culminación de cuatro décadas de trabajo, estudio paciente y dedicación constante por parte de uno de los más reconocidos y admirados exégetas del siglo XXI; meta que se impuso a la edad de treinta años. El resultado de su esfuerzo ha sido un éxito editorial y una bendición para cientos de miles de pastores y estudiantes. Su trabajo ha sido valorado por los críticos como uno de las mejores exposiciones que existen sobre el texto bíblico.
Su punto fuerte radica en la combinación perfecta de la exégesis analítica con los pensamientos devocionales. Sus principales cualidades son:
1. Su claridad. Desarrolla y deshilvana de manera erudita los temas más complicados y los conceptos teológicos más difíciles, haciéndolos claros y comprensibles a cualquier lector.
2. Su apertura. A pesar de haber sido escrito por un autor conservador y desde una perspectiva conservadora –cuyos puntos de vista propone y defiende con magistral eficacia–, presenta también posiciones teológicas distintas u opuestas con una ecuanimidad verdaderamente loable.
3. Sus aplicaciones prácticas. Una vez analizado el pasaje y extraída su enseñanza, desarrolla la aplicación práctica de la misma a los problemas comunes de la sociedad actual y de la Iglesia de hoy.
El cuerpo del comentario lo desarrolla versículo a versículo, pero presenta todo el material expositivo organizado a modo de bosquejo, mediante títulos y subtítulos –lo que resulta de inmensa ayuda al predicador–, intercalando, según el caso, excursus temáticos o tópicos. Cuando el tema es suficientemente importante, incluye un estudio completo sobre el mismo, con independencia del comentario. Además, permite no solo un estudio exegético versículo a versículo y pasaje a pasaje –según los objetivos de la consulta–, sino también el estudio tópico o temático a través de toda la Biblia partiendo del propio pasaje o texto bíblico donde se plantea el tema o surge la enseñanza correspondiente.
Con todo, su mayor virtud es la coherencia. No elude los pasajes difíciles, antes por el contrario los trata con maestría. En los aspectos controversiales adopta una posición propia y definida pese a que admite y comenta otras interpretaciones y puntos de vista de otros comentaristas. La exposición, ya de por sí sólida y documentada, viene enriquecida con otras opiniones y citas referentes al pasaje tratado procedentes de un amplio espectro de los mejores escritores cristianos de todos los tiempos, como Agustín de Hipona, Martín Lutero, Juan Calvino, Carlos Wesley, J. N. Darby, J. C. Ryle, C. H. Spurgeon, Gidet, Lang, Meyer, Ironside, Robertson y muchos más.
Se completa con numerosos mapas de las tierras bíblicas ilustrativos de los pasajes hechos comentados, diagramas de personajes y sucesos así como abundantes dibujos y fotografías destinados a alustrar los principales lugares y objetos.
Se trata, pues, de un comentario bíblico excepcional, que va mucho más allá en los enfoques exegéticos y ofrece mucho más de lo que ofrecen los demás comentarios. En definitiva, una herramienta indispensable para todo pastor, predicador, maestro y estudiante de la Biblia en el mundo hispano.