Cuidemos nuestro teclado. Ahi está todo. Podemos escribir una palabra de ánimo o una de desaliento. Podemos ayudar o arruinar. Podemos bendecir o maldecir. Todo con las mismas teclas. Nosotros decidimos qué hacer.
Te invito a sumergirte en este mundo de clics y de teclas.
Vivir en la abundancia de Dios
Recibe Hoy Tu Milagro 

