Orígenes es uno de los teólogos más eminentes y originales de la antigüedad cristiana. Defensor, por antonomasia, de la libre voluntad o libertad de elección de todas las criaturas, Orígenes fue objeto de duras críticas por parte de quienes no estaban de acuerdo con sus conclusiones ni sus métodos de interpretación bíblica.
Hoy, con una visión histórica más amplia, entendemos que lo único que Orígenes perseguía era contribuir a un mayor entendimiento de la Sagrada Escritura.
De su inmensa producción literaria destacamos su grandioso Tratado de los Principios; las doctrinas principales o fundamentales del cristianismo. Probablemente el primer esbozo conocido de una teología sistemática. En él es donde mejor se manifiesta la profundidad y la audacia de la escuela alegórica y especulativa de Alejandría.