Cuando Jesús murió en la cruz, parecía que todo se habia perdido.
La muerte había ganado. Pero después de tres días en la tumba de un hombre rico, Jesús apareció… ¡Vivo! La noticia fue tan sorprendente que sus seguidores se rehusaron a creerla hasta que lo vieron con sus propios ojos y tocaron sus heridas con sus propias manos. Luego Jesús hizo una declaración asombrosa: En el futuro, ellos iban a tener cuerpos que nunca iban a deteriorarse, envejecerse o perecer. Ellos iban a tener vida nueva sin muerte o dolor, en la presencia de un Dios amoroso para siempre.
El autor nos lleva a examinar la evidencia convincente y abundante que indica que Jesucristo conquistó la muerte y la tumba.
Si Jesús resucitó de entre los muertos hace 2.000 años, ¿Qué significa esto para mí el día de hoy?