Carla lo tenía todo, un buen empleo, la casa grande, y un esposo exitoso. Pero anhelaba tener un hijo para completar su matrimonio y familia. Su esposo creyente se rehusaba someterse al escrudiño médico. Su excusa: ‘Si Dios quisiera darnos un hijo, lo haría.’ Las presumidas respuestas de Simón y la falta de interés hacia ella, la disgustan. Así que sale en búsqueda de su propia solución: la inseminación artificial con el esperma de un donante.
Esta novela fue escrita con buen gusto y de forma magistral sobre el tema que incumbe a tantas parejas. Aunque la infertilidad es el tema central, la novela enfatiza el tema de la honestidad en el matrimonio.