Claudia comprende lo difícil que puede ser caminar en este turbulento mundo. Sin embargo, ella también sabe que el Señor está dispuesto a brindarnos su ayuda.
Si le fallamos, Él no nos humillará, ni nos criticará. Por el contrario, nos dará una mano para levantarnos si estamos dispuestos a confiar en Él. Un día a la vez nos habla de la esperanza que encontramos en Dios y nos muestra su voluntad. Nos conduce por el camino del perdón hacia nuestra libertad, nuestro futuro y nuestra victoria por medio del Señor Jesucristo.