¿CUÁL SERÁ LA GRAN ESPERANZA QUE SOSTIENE SU VIDA?
«Este libro revolucionario acerca de nuestro futuro se basa en la sencilla idea de que, según la Biblia, el cielo no es nuestro hogar eterno, sino la tierra nueva. Tal como Jesús afirma en el Evangelio de Mateo, el próximo capítulo de nuestra historia comienza con la renovación de todas las cosas, refiriéndose a la tierra que amamos en toda su belleza, nuestro propio ser y las cosas que enriquecen la vida: la música, el arte, la comida, las risas y todo lo que atesoramos. Todo ha de ser restaurado cuando la tierra sea hecha nueva».
La manera en que imagina su futuro determina su experiencia actual más que cualquier otra cosa. Si estuviera seguro de que Dios restaurará, en cualquier momento, su vida y todo lo que disfruta; si estuviera seguro de que recibirá una bendición grande y gloriosa, no en el cielo sino aqui en esta tierra, tendría una esperanza que le ayudaría a enfrentar cualquier circunstancia, una certeza en el alma, tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario. (Hebreos 6.19).
La mayoría de los cristianos no esperan el futuro con ansias porque sus ideas acerca del cielo son confusas, religiosas y, francamente, aburridas. La esperanza surge cuando comprendemos que para el creyente nada está perdido. El cielo no es una vida en las nubes; no consiste en canciones de adoración perpetuas. Más bien. la vida que anhelamos, el paraíso que Adán y Eva conocieron, es precisamente la vida que está preparada para nosotros.
Y ESA VIDA VIENE PRONTO.