Acérquese al corazón de Dios.
¡Sea agradecido!
La gratitud es una elección. Pero si no la escogemos, por defecto hemos escogido la ingratitud. Y una vez admitida en el corazón, la ingratitud no viene sola, sino que trae consigo un montón de compañeros indeseables que le quitarán a usted la alegría. No ser agradecido -a diario y deliberadamente- nos cuesta más de lo que pensamos. Pero cuando escogemos un estilo de vida de humilde gratitud, somos conscientes de los beneficios recibidos de nuestro amable Salvador, y de aquellos que Él ha puesto a nuestro alrededor. Al ser agradecido a Dios y a los demás, la amargura y el narcisismo son reemplazados por la alegría y la humilde comprensión de cuán indignos somos.
“Qué fácil es sentirse y ser agradecido cuando las circunstancias son buenas. Pero la verdadera prueba de una fe genuina es la respuesta de nuestro corazón cuando la vida nos trata mal. En la actualidad estamos enfrentando tiempos de incertidumbre individual y como nación; y la pregunta que nos formulamos es si confiaremos, con un corazón agradecido. en la soberanía de Dios que domina sobre todo, o sucumbiremos ante el temor y la autocompasión. El libro de Nancy sobre la gratitud es una guia que vale la pena seguir en los momentos que estamos bajo presión, pues nos muestra que dar gracias en todas las cosas es la clave para tener un corazón en paz y lleno de gozo en cada circunstancia de la vida”.
-Barbara Rainey, COFUNDADORA DE FAMILY LIFE