En 1972, Reinhard Bonnke oyó un mensaje de Dios: “África será salva”. En obediencia, Bonnke se mudó a África, donde su ministerio creció desde humildes raíces hasta cruzadas delante de más de un millón de personas cada noche. Su ministerio generó increíbles milagros de sanidad de Dios, vio la conversión de musulmanes a un ritmo que justifica una carta personal de amenaza por parte de Osama bin Laden, y registró más de 74 millones de decisiones por Cristo.
En 2001, Bonnke debatido si desea mover su ministerio a América. Antes de poder pensar en dejar décadas de trabajo misionero en África, Bonnke hizo algo que nunca antes había hecho: oró por una señal que confirmase su llamado a América. Dios estaba a punto de responder esta oración.Unos días después, una mujer llevó a su esposo a la iglesia nigeriana donde Bonnke estaba predicando, con la esperanza de que ese cuerpo parcialmente embalsamado fuese resucitado de la muerte después de haber estado tres días en un ataúd.
Aunque Bonnke no sabía eso y ni siquiera llegó a orar por el hombre, el esposo de aquella mujer comenzó a respirar de nuevo durante el sermón. Delante de miles de testigos, este hombre, que aún no podía moverse debido al rigor mortis, fue resucitado a la vida. Después de su mensaje, Bonnke fue rodeado por una multitud que gritaba: “¡Está respirando! ¡Está respirando”.Ese increíble milagro, detallado ahora por primera vez, es parte de un movimiento de Dios, ¡nacido en una pequeña iglesia africana y que se extiende por todo el mundo hasta América! Es el comienzo de una obra de Dios que confirmará su mensaje a Bonnke en 2012: “América será salva”.