Siempre existe una gran expectativa entre los aficionados a un deporte cuando asisten a ver un juego. El estadio vibra de emoción con los espectadores apasionados por ver a su equipo favorito. Cuando se da el puntapié inicial, ellos gritan, saltan y aplauden para alentar al equipo favorito. Muchas veces se enojan, insultan y hasta lloran, por ver que las cosas no salen como esperaban. Pero esto es todo lo que los espectadores pueden hacer durante un juego.
Tal vez la emoción de los jugadores sea similar a la de los aficionados, pero la gran diferencia es que los jugadores tienen la responsabilidad del resultado que logre su equipo. No es lo mismo ser espectador que participar en el juego, ¿verdad?
Nadie puede ser espectador de su propia vida. Lo quiera o no, cada ser humano es el “jugador oficial” de su vida, y es responsable de dar el puntapié inicial a asuntos que son mucho más trascendentes que la práctica de un deporte. De igual modo, existe un puntapié inicial para una vida apasionante con Cristo.
En este libro se enseñan temas esenciales y prácticas que sirven de puntapié inicial para el crecimiento y desarrollo de la vida de Cristo en el creyente.
En Puntapié inicial descubrirás el comienzo del juego más importante de tu vida.