La mayoría de nosotros experimentamos tiempos en que, si somos honestos, sentimos que pasamos por mucho dolor y esmero sin ganar ningún beneficio. Como si nuestras labores de cada día no importaran a la larga.
En tiempos como esos, no podemos evitar preguntarnos si tenemos importancia alguna en este mundo o para Dios.
En Persiguiendo la vid, Beth Moore nos da nueva esperanza, revelando los abundantes secretos de una vida fructífera que deleita a Dios. Trazando las imágenes de la vid, la rama y el fruto a través de las Escrituras, y compartiendo historias de su propia vida, Beth nos enseña que nada en nuestra vida es desperdiciado. Ni el lugar donde hemos sido plantados, ni siquiera la poda dolorosa. Nada es en vano. Puede ser que la vida no siempre sea divertida, pero Cristo siempre puede ser productiva.
Acompaña a Beth en su aventura de descubrir los deleites de dar fruto y el diseño brillante de Dios en cuanto a vivir una vida fructífera, abundante e importante.