Tú deseas sentir la presencia de Dios, abrazar sus promesas, clamar a él… ¡pero no sabes cómo!
Desde el clamor más profundo de tu corazón hasta la alabanza más gozosa de tu vida, nada queda fuera de los límites de su conocimiento.
Ve con confianza ahora delante de su trono y pronuncia estas poderosas oraciones como si fueran tuyas.
Él escucha cada palabra.
Está esperando oírte.
Pero si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás.
-DEUTERONOMIO 4:29