¿Esta su vida fuera de control? ¿La gente se aprovecha de usted? ¿Usted esta decepcionado con Dios debido a oraciones sin contestar?
Tener limites claros es esencial para una forma de vida sana, equilibrada.
Los limites físicos nos ayudan a determinarnos quien pueden tocarnos y bajo qué circunstancias.
Los limites mentales nos dan la libertad para tener nuestros propios pensamientos y opiniones.
Los limites emocionales nos ayudan a ocuparnos de nuestras propias emociones y preocuparnos de las emociones dañosas, manipulantes de otras.
Los límites espirituales nos ayudan a distinguir la voluntad de Dios y darnos renovado temor para nuestro creador.
Este libro nos demuestra como fijar los limites sanos con nuestros padres, esposos, niños, amigos, compañeros de trabajo, etc.