Este es uno de los interrogantes que el apóstol Pablo trata mientras le escribe a la iglesia en Corinto. El no va tras alguna careta exterior sino tras un cambio de vida profundamente arraigado desde el interior.
En la era donde halagar a las personas, inflar el ego y armar curriculums son vistos como métodos para “ser alguien”, Pablo nos llama a encontrar el verdadero descanso en la bendición de “olvidarse del espejo.”