Mas que cualquier otro libro del Nuevo Testamento. La Epístola a los Hebreos enfoca el ministerio que nuestro Señor Jesucristo está ejerciendo actualmente a favor de su pueblo. En este tiempo de inestabilidad y zozobra, habla de un reino que permanece firme. Recuerda a los cristianos que su llamado no es a quedarse contentos con las cosas como son, sino a avanzar continuamente en el propósito de Dios, siguiendo el camino trazado por el Pionero de la Fe. Y cuando se sienten tentados a desanimarse y abandonar la marcha, reaviva sus espíritus decaídos y les provee muchos incentivos para seguir adelante, hacia una ciudad eterna que es la verdadera patria de los fieles. Una obra que hace todo esto, no obstante las imágenes que use, es una obra que habla a la situación de la iglesia en todo el mundo.
Este comentario es un buen ejemplo de esa rara combinación de erudición y claridad, destreza exegética y profundidad espiritual que caracteriza a su autor. Tales cualidades son de importancia especial en una obra como ésta, dedicada a elucidar el mensaje de uno de los libros más difíciles de la Biblia: La Epístola a los Hebreos.