Esta importante obra va más allá del tema del asesoramiento y cuidado pastoral al mostrarnos en qué forma -forma que a menudo se ignora- pueden los pastores usar el entrenamiento y conocimiento especializado que han recibido, para poder ofrecer ayuda experta a personas que sufren de problemas. Incluye instrucciones específicas y estudios de caso.
Por lo general, las personas que atraviesan por problemas de índole personal recurren a sus pastores en busca de ayuda. ¿Qué clase de ayuda esperan recibir de sus pastores que no esperan recibirla de parte de otros especialistas como psiquiatras, consejeros, psicólogos o trabajadores sociales? La respuesta que este libro ofrece es que ellos esperan que se les hable usando los términos y símbolos de su fe y quienes les hablen sean los representantes oficiales de su fe.
El pastor tiene la responsabilidad y capacidad de satisfacer esta necesidad, dice el Dr. Pruyser. Él ofrece en este libro respuestas a preguntas como éstas: ¿Cómo debe proceder el pastor a ayudar a la otra persona? ¿Sobre la base de qué debe el pastor remitir la persona al especialista o recibir personas de otros especialistas? ¿Qué es lo que las personas con problemas esperan recibir de los pastores? ¿Qué clase de conocimiento y habilidades deben tener los pastores para poder ofrecer ayuda? ¿Es cierto que la perspectiva y la intervención pastoral no tienen igual?
El Dr. Pruyser explora a profundidad el primer paso en el proceso de ayuda: el diagnóstico de la persona que atraviesa por problemas. La diagnosis que el pastor realiza no puede ser de carácter médico o psiquiátrico, afirma el Dr. Pruyser. Más bien, debe derivarse a partir del propio pensamiento del pastor y de una clase particular de conocimiento de parte de la persona aconsejada. El pastor desarrolla una serie de directrices para llevar a cabo unas entrevistas de carácter diagnóstico-pastoral que reconocen el profesionalismo único del pastor y a su vez que cumple con las expectativas del feligrés aconsejado.