AGRÉGUELE SIGNIFICADO A SU TRABAJO
Grandes hombres de negocios comparten sus ideas y experiencias sobre vivir fielmente y liderando a otros en sus lugares de trabajo.
SECULAR Y CRISTIANO: ¿HAY DOS MUNDOS SEPARADOS?
Hace algunos años que Dios está rompiendo los viejos paradigmas en los cuales crecimos: un ministro es alguien que tiene un llamamiento mayor a todos los demás, que pertenece a otra categoría. La fe y el trabajo nunca convergen realmente.
Hay una necesidad de sacerdocio que surja del Cuerpo de Cristo. Una persona de negocios, una madre, un estudiante o un trabajador necesita verse a si mismo en la vanguardia de lo que Dios hace en el mundo. Somos llamados a liderar.
La verdad es que la fe y el trabajo están íntimamente relacionados. Todo está consagrado a Dios. Pablo dice: “En conclusión, ya sea que coman o beban a hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).
Su llamamiento más alto no es ser un ministro sino convertirse en todo lo que Dios lo llamó a ser, es decir, una persona que glorifique a Dios en todo lo que hace.