Miles de personas fueron sanadas por el Espíritu Santo a través de su ministerio.

Ella jamás impuso las manos a ninguna persona, eran sanadas por medio de la palabra de sabiduría. Antes de cada reunión, Kathryn Kuhlman abría su espíritu, alma y cuerpo al ministerio del Espíritu Santo. Muchas veces hablaba del Espíritu Santo llamándolo “mi mejor amigo” y decía que Él era su Maestro, “el mejor Maestro del mundo”.

El his­to­ria­dor y maes­tro ca­ris­má­ti­co pen­te­cos­tal, Ro­berts Liar­don, lle­va a los lec­to­res a un via­je ini­gua­la­ble por la vi­da y el mi­nis­te­rio de Kathryn Kuhl­man. Es­te li­bro es más que el re­la­to de los he­chos de su vi­da, es una mi­ra­da es­pi­ri­tual a las lec­cio­nes que to­dos los cris­tia­nos po­de­mos apren­der de la vi­da y el mi­la­gro­so mi­nis­te­rio de sa­ni­dad de Kathryn Kuhl­man. Tam­bién se in­clu­ye un bos­que­jo bio­grá­fi­co y la trans­crip­ción de seis de sus más ex­traor­di­na­rios men­sa­jes ra­dia­les.

“Po­de­mos apren­der va­lio­sas lec­cio­nes de su vi­da y de su mi­nis­te­rio. No he es­cri­to una bio­gra­fía, si­no que in­ten­té es­cri­bir so­bre su odi­sea es­pi­ri­tual, so­bre lo que real­men­te su­ce­día en el ám­bi­to es­pi­ri­tual al tiem­po que ocu­rrían to­das las co­sas que el ojo na­tu­ral pue­den ver. Agra­dez­co las lec­cio­nes que he apren­di­do por me­dio de su vi­da, y de­seo com­par­tir al­gu­nas de ellas en es­te li­bro; mu­chas, en sus pro­pias pa­la­bras.”