Es tiempo de limpiar la casa.
A lo largo de los últimos más de cien años, la Iglesia pentecostal-carismática ha sido testigo de conversiones milagrosas. Desde el Avivamiento de la Calle Azusa que comenzó en 1906, el movimiento ha crecido para traer más personas a Jesús que cualquier otro movimiento en la historia. Mientras que el secularismo sigue al alza en la sociedad actual, en muchos lugares del mundo la iglesia sigue experimentando crecimiento gracias a los cristianos pentecostales-carismáticos.
Pero la Iglesia pentecostal-carismática también se ve afligida por la inmoralidad sexual, la corrupción financiera, el error doctrinal, la excentricidad personal, la ingenuidad espiritual, el abuso profético y más. En muchas maneras, el estado de la Iglesia pentecostal-carismática de hoy no es muy distinto del de la Iglesia de Corinto hace tantos años. Y para empeorar las cosas, pentecostales y carismáticos cubren estos asuntos bajo el manto de la libertad en el Espíritu Santo.
Michael Brown hace sonar un llamado de atención a la Iglesia y aborda algunos de los problemas más evidentes; desde las palabras proféticas poco precisas que oscurecen las profecías verdaderas, hasta los ministerios que utilizan técnicas de mercadotecnia envueltas en ropaje bíblico con el fin de manipular a los creyentes para que les den dinero. Brown nos muestra por qué debemos limpiar la casa para que la Iglesia pueda crecer, florecer y cumplir con los propósitos del Reino de Dios.