Un libro actual sobre la persona, pensamiento y vida de uno de los grandes predicadores y teólogos que condujeron, bajo el conocido movimiento de los puritanos, uno de los principales avivamientos del siglo XVIII, tanto en Estados Unidos como en Reino Unido.
Cada creyente, y especialmente cada líder, debe tener un teólogo favorito, y profundizar en el conocimiento de sus pensamientos. ¿Por qué Edwards es digno de ser su “mentor” y “teólogo” favorito? Estos son algunos de los motivos:
-Puritano, algunos sugieren el último Puritano, y tal cual, tiene una perspectiva sobre la vida espiritual muy enriquecedora.
-Pastor profundamente vinculado con la iglesia local. En opinión de muchos, Edwards está entre los diez mejores predicadores de la historia.
-Teólogo profundo e incisivo. Su concepto de la espiritualidad, manifestado en su tratado sobre los efectos religiosos, es un clásico.
-Misionero generoso, invirtió su vida para salvar y edificar. Un ejemplo de abnegación y sacrificio.
-Avivamentista (practicante) y avivamentólogo (teólogo sobre los avivamientos) sin par en la historia.
-Esposo y padre ejemplar, con una relación preciosa y profunda con su esposa y profundamente respetado por sus hijos.
-Mentor, Supo invertir su conocimiento en la formación espiritual y académica de un núcleo de líderes emergentes.
«Edwards consideraba que es toda la persona (al completo) -combinando el corazón y la mente como afectos- la que participa de toda la experiencia religiosa genuina».
-Dr. Kenneth Minkema, Jonathan Edwards Center, Universidad de Yale