Un estudio inspirador y práctico de la forma en que la vida de Cristo se expresa en la de los hijos de Dios de manera real y cotidiana.
En estos capítulos, Juan Carlos Ortiz comparte su discernimiento de la vida transformadora de Cristo en nosotros, en todos los aspectos del crecimiento y de la madurez cristiana.
Asimismo, el autor nos exhorta a no intentar copiar al Jesús encarnado de hace dos mil años, y a comprender que la finalidad de la obra de Cristo vivo es que esta fluya a través de sus hijos como miembros de su cuerpo. Es necesario comenzar a ver todas las cosas desde la perspectiva de Dios, y esto solo ocurre siendo un activo partícipe de su naturaleza divina.
“Donde está el Espíritu de Dios, está la libertad”. La finalidad de esta es que seamos esa expresión única de Cristo.
¡Cristo está vivo en cada hombre que nace de nuevo hoy!