Igual que sucede con las relaciones entre padres e hijos terrenales, Dios espera que cada uno de sus hijos le rinda siempre obediencia total. Él hace posible esa obediencia proveyéndonos a su Hijo, su Espíritu y sus Escrituras. Andrew Murray nos muestra el ejemplo perfecto de Cristo y los pasos fundamentales que un creyente debe dar para obedecer absolutamente a la voluntad de Dios.
“Estos estudios sobre la obediencia son publicados con la más ferviente oración, pidiendo que nuestro Padre de gracia se agrade en usarlos para la instrucción y el fortalecimiento de jóvenes y señoritas, de cuya obediencia y devoción dependen muchas cosas para la Iglesia y el mundo. A todos aquellos que lean este libro, les envío mi más afectuoso saludo. ¡Que el Dios de toda gracia los bendiga abundantemente!”
-Andrew Murray