La voz de Dios a través de la tormenta…
Susurra. Grita. Nos toca. Nos hala. Quita nuestras cargas. Hasta nos quita bendiciones. Si hay miles de pasos entre nosotros y Él, los anda todos menos uno. El último paso nos lo deja a nosotros. La decisión es nuestra.
Con parábolas y figuras de la vida diaria, Max Lucado nos llama a confiar en los tiempos difíciles. La meta de Dios, nos recuerda Max, es llevarnos sanos y salvos a la patria. Hará lo que sea necesario por salvar a sus hijos. El trueno de Dios es apacible. Su delicadeza jamás mengua.
Recibe un mensaje de esperanza a través de este conmovedor libro. La lucha de hoy bien puede ser la bendición de mañana.