Si Dios toma muy en cuenta lo que pensamos, imagínate lo que hace con lo que decimos. Por la Biblia sabemos todo fue creado de la nada, o mejor que dicho de lo que Dios dijo: “habló y fue hecho”.
También debes saber que lo que decimos afecta el mundo espiritual y físico, y por ende toda nuestra forma de vida.
Por eso nunca debes hablar por hablar, aunque lo digas en broma o en chiste, todo importa. Exactamente un día dije: “ni loco voy a ser pastor”, y hoy soy pastor. También expresé: “No quiero vivir en Luján”, y hoy vivo en Luján. Te das cuenta que todo es muy serio, no podemos jugar con lo que decimos. Sé que Dios tiene un plan y lo cumple inexorablemente y cuando decimos algo, es por algo.
En este librito aprenderás a usar el poder creativo de la palabra, también a ser un mensajero eficaz en la predicación del evangelio.