Charles Swindoll nos muestra cómo uno puede:
- Descubrir el propósito de Dios en medio del sufrimiento.
- Reconstruir nuestra vida después de un fracaso.
- Permitir que Dios sienta nuestro dolor.
- Dejar la inmadurez para desarrollar todo nuestro potencial.
- Sobreponernos a las desilusiones y frustraciones.
- Tener gozo cuando la vida nos trata mal.