El conocer esta realidad, le hará dueño de una llave del Reino que le permitirá abrir las puertas de todas las promesas que Dios tiene para sus hijos; al mismo tiempo, podrá deshacer todas las obras del enemigo.
También, obtendrá las bases necesarias para practicar la intercesión efectivamente, tanto en su hogar, como en su iglesia y su comunidad.