Dios quiere que podamos gozar de una comunión íntima con el Maestro. Cuando seguimos sus huellas, cuando estamos bajo su señorío, cuando Cristo no es para la persona solo un líder religioso, sino que es el Señor de su vida, todo cambia.
Ser llamado “cristiano” significa rendir todo a Cristo. Su señorío debe reinar en la vida del discípulo. Este libro explora todos los aspectos de esta rendición y lo que esto implica para aquellos que somos nacidos de nuevo.
¡Si quiere gozar de un maravilloso refrigerio con Cristo por muchos años, este libro es para usted!