Cuando recibimos, entendemos y crecemos en el gran amor con que fuimos amados, descubrimos nuestra verdadera y única ocupación a tiempo completo: adorarlo a Él. Mi oración al Padre es que aquellos que tengan acceso a estas hojas puedan ser despertados, activados y restaurados primeramente en su pensamiento, luego en su sentir y en tercer lugar en lo más íntimo de sus deseos, al anhelo más profundo e innegociable de permanecer en Cristo, quien es el gran amor de nuestro Padre.
Ruego a nuestro amado Padre que al leer cada página te sientas tan inspirado como este servidor a comer y disfrutar de Dios, experimentando lo que dice esta incomparable expresión: ¡con cuánto amor el Padre nos amo!
Estoy seguro de que las cosas expuestas en este escrito encontrarán sentido en aquellos que no se han conformado a donde han llegado, sino que van en búsqueda de mucho más; como dicen las Escrituras, son aquellos que van avanzando hacia el pleno conocimiento de la verdad, avanzando hacia la perfección.
Fuimos creados para ser llenos de eternidad. Y esa eternidad empieza con Jesucristo, el Hijo eterno, que entra en nuestras vidas para llenarlo todo.
Come la Galleta... compra los Zapatos
Las Siete Cosas Que Te Roban El Gozo
La Revolucion de Amor
Viva sin Preocupaciones
Una Vida de Restauracion y Destino
Viva Valientemente
Teología Bíblica y Sistemática
Proyecto discipulado - Ministerio de preadolescentes
Azusa Street 

