El ministerio pastoral es de vital importancia para el sano desarrollo de toda comunidad cristiana.
El tema de la «restauración espiritual» de los creyentes que han caído es delicado y complejo. ¡Cuántas personas se han distanciado de la Iglesia por haberse aplicado a su problema un procedimiento equivocado, una medicina incorrecta!
El problema, no obstante, surge a la hora de aplicar estos patrones bíblicos a nuestro contexto social y cultural del siglo XXI. ¿Quién ha de ser restaurado? ¿Quién ha de restaurar? ¿Cómo ha de llevarse a cabo el proceso? ¿Qué impide la restauración eficaz?
El autor responde a estas y otras muchas preguntas mediante una perfecta simbiosis entre la exégesis bíblica, la experiencia personal y la opinión documentada de otros expertos en el tema; añadiendo gráficos explicativos y aclaratorios que intercala al texto y que facilitan mucho la comprensión de los conceptos.
El libro consta de 12 capítulos y dos útiles apéndices, que uniendo pedagógicamente teoría y práctica, nos llevan a una clara exposición del deber de la Iglesia de restaurar a los heridos de todo tipo y naturaleza, no importa la clase social, ni la raza ni el credo que se profesen, y concluye, al respecto, que toda Comunidad Cristiana que da la espalda al necesitado y abandona a su suerte al que tropieza, no practica el verdadero evangelio.