La entrega del Hijo de Dios en aquella Cruz llega a todo hombre como la propuesta misma de nuestro Creador de ser salvos. Ese sacrificio solo tiene sentido para aquellos que comprenden y experimentan el nacer a una nueva vida. Una nueva Creación es la obra de Dios en el corazón de aquellos que se entregan a la verdad del Evangelio. Esa luz se abre camino para llevar a todos los hombres a comprender que la pasada manera de vivir es muerte, esclavitud y ceguera. El único camino a la vida es Cristo Jesús, quien se entregó para nuestro rescate.
La vida espiritual comienza a revelarse en aquellos que no retienen para sí mismos su vieja vida. Así, toda ceguera es quitada y podemos comenzar a ver del mismo modo como ve nuestro Padre Celestial.