UNQUE NOSOTROS LOS CRISTIANOS no debemos negar o ignorar el sufrimiento, A deberíamos irradiar tanta alegría y paz de nuestro interior que los demás se sientan atraídos por lo que tenemos en Cristo. Sin embargo, los cristianos a menudo se perciben como enojados, críticos y motivados por el deber.
¿Por qué no somos más alegres? Desafortunadamente, se les enseña a muchos creyentes que Dios quiere que seamos santos pero no felices y que el gozo y la alegría son cosas fundamentalmente diferentes. También se nos ha dejado la impresión de que Dios mismo no es alegre. ¡Nada podría estar más lejos de la verdad! Dios es feliz y quiere que nosotros seamos felices también. ¿Por cuál otra razón lo llamarían las Escrituras «el Dios feliz»? ¿Por cuál otra razón él denominaría el evangelio las «buenas nuevas de gran gozo» y se esforzaría tanto para garantizar nuestra alegría eterna? Sabemos que experimentaremos alegría inimaginable en el Cielo y sobre la Nueva Tierra, pero eso no significa que no podamos también experimentar gran alegría aquí y ahora.
Únase al autor de mayor ventas y reconocido teólogo Randy Alcorn mientras él desvanece la confusión cristiana moderna acerca de la felicidad y provee pruebas. bíblicas indisputables de que Dios no solo quiere que seamos alegres, sino que ¡nos capacita y nos manda a ser alegres en él!
El día aún no ha llegado en el que Dios secará toda lágrima de los ojos de sus hijos, pero siéntase seguro de que ese día vendrá. Hasta entonces, esta obra puede ayudarle a cambiar su manera de pensar en cuanto al gozo y la alegría.