La mayoría comienza a consumir porque experimenta un profundo vacío. Este vacío refleja sentimientos de soledad y desesperanza, que dejan a la persona sin palabras.
Adicción significa justamente eso: A-Dicción, sin-palabras.
Pablo Borda comparte su experienca y sus encuentros con Jesús, quien le dio compañía y sostén para enfrentar el vacío.
136 páginas, tapa rústica.