Dios te ayuda a lograr lo que no pudiste manejar por tu cuenta. Con Sus bendiciones, te destacas entre la multitud y obtienes descansos que no merecías. El salmista dijo: “El favor de Dios nos rodea como un escudo”. Eso significa que donde quiera que vaya, tiene una ventaja, un empoderamiento divino y una llave para abrir las puertas correctas. Con el estímulo de Joel, verás cómo la bondad de Dios te eleva todos los días.
Él quiere que alcances nuevos niveles de satisfacción, nuevos niveles de aumento, nuevos niveles de promoción, nuevos niveles de victoria. Has sido llamado, apartado y elegido para vivir una vida claramente favorecida. Cuando te des cuenta de que has sido marcado para recibir bendiciones, sentirás la fuerza de su favor y superarás los desafíos que no puedes enfrentar por tu cuenta.