Ella determina la receptividad del personal y de los voluntarios a nuevas ideas, desata o inhibe la creatividad, construye o erosiona el entusiasmo, y crea un sentido de orgullo y profundo desaliento sobre trabajar o involucrarse. Finalmente, la cultura de una organización, particularmente en iglesias y organizaciones sin fines de lucro, pero también en cualquier organización, moldea la moral individual, el trabajo de equipo, la efectividad y los resultados.” — del capítulo uno Con frecuencia, los líderes organizacionales confunden la cultura con la visión y la estrategia, pero son muy diferentes.
La visión y la estrategia usualmente se enfocan en productos, servicios y resultados, pero la cultura es sobre las personas, el activo más valioso de la organización. Inspira, Cómo crear una cultura organizacional poderosa lleva a descubrir los déficits en una culta organizacional e incluye los pasos necesarios para evaluar, corregir y cambiar la cultura organizacional deslucida a una vibrante e inspiracional, para que verdaderamente llene las necesidades de la organización.
El prominente consultor de liderazgo Sam Chand describe las cinco categorías fácilmente identificables de la cultura organizacional (Inspiradora, Aceptadora, Estancada, Desalentadora y Tóxica), e incluye métodos diagnósticos que los líderes pueden usar para la identificar las fortalezas particulares y las necesidades de su cultura organizacional.
Para ayudar en este proceso, también, hay una herramienta de evaluación separada, gratuita, en línea (www.samchandculturesurvey.com). Cuando la cultura de la organización está claramente identificada, los líderes pueden establecer una estrategia para aplicar las siete claves de la Cultura (control, Entendimiento, Liderazgo, Confianza, Sin temor, Responsiva y Ejecución) que hará de su cultura una que estimule a las personas a ser y hacer lo mejor, y finalmente alcanzar sus metas más altas