«Yo sé que estás en crisis, me lo dicen tus ojos». Con estas sencillas palabras pertenecientes a una vieja melodía, el autor nos lleva a recorrer el desierto de las pruebas a través del capitulo 22 del libro de Génesis.
La odisea del patriarca de la fe, reflejada de una manera emocionante y por momentos hasta humorística, hace de este libro una obra atrapante para el lector de cualquier edad.
Básicamente, está dedicado a todos aquellos que han transitado por los desiertos personales, ministeriales o espirituales, preguntándose en muchas ocasiones en qué fallaron para encontrarse caminando en medio de un páramo desolador.
«Es increíble lo que puede lograr un día de caminata por la arena», dice Gebel en el libro, mientras conduce a los lectores a los detalles escondidos en la fascinante historia de Abraham, mezclados con las experiencias personales y las vivencias de aquellos que han tenido que obedecer a Dios, a pesar de sí mismos.
«No hay manera de que esta historia te suene espiritual», menciona el autor, al tratar de explicar racionalmente una crisis que golpea en lo más profundo del corazón, y agrega: «Seguramente pensarás que el cielo no debería estar así».
Un libro que recorre los huecos del alma, y que, sorpresivamente, logra conducir al lector hacia una ovación celestial.
Paradójicamente, Las arenas del alma logrará que dibujes una sonrisa y te consideres amigo de Dios, aun en medio de la crisis.