En el mundo de hoy, muchos se dirigen por el oscuro mar de la vida hacia una colisión fatal que los hará descender al abismo de perdición. Pero nosotros tenemos la luz para hacerles ver esa condición y compartirles el plan de salvación divino; sin embargo, ¿nos interesa?
Son muchos los que sufren las consecuencias de un choque con su propio pecado o con los grandes imposibles de la vida, pero, ¿qué hay de nosotros? Todo indica que nos rehusamos a escuchar su pedido de auxilio o despertar de nuestro sueño profundo para ir a su ayuda. Este síntoma es consecuencia de no conocer a Dios en una de sus facetas más importantes para nosotros: como el Señor de la mies.
El Señor de la mies es un libro que el Espíritu Santo me inquietó a escribir para conocer más a Dios, y así despertar a su pueblo al evangelismo. Con este fin, ofrezco aquí cinco consejos prácticos para llevar a nuestros seres queridos, amigos y otros al Reino de nuestro amado Jesucristo. Considero que estos elementos vitales actuarán como detonantes para lanzar a los cristianos al cumplimiento de la gran comisión.