Los líderes de trescientos sesenta grados no solo dirigen su don de liderazgo hacia el sur: las personas que están bajo su cuidado.
También aprenden a dirigir hacia el norte, influyendo a quienes están en autoridad sobre ellos, y hacia el este y el oeste impactando a sus compañeros.
Pero, aun más importante, ellos aprenden a mantener centrada la aguja de la brújula, dirigiéndose a sí mismos, manteniendo sus propias vidas entonadas, de tal manera que puedan brindar la máxima dirección a los demás.
En el libro más importante que haya escrito, Bill Hybels habla de lo que ha aprendido acerca del liderazgo cristiano en casi treinta años de haber pastoreado Willow Creek.
Liderazgo audaz es el regalo de él para usted, un líder en su iglesia local. Puesto que, como dice Bill, la iglesia local es la esperanza del mundo, su futuro descansa principalmente en manos de usted.