Aficionados de C.S Lewis disfrutaran de este gran trabajo histórico con comentarios sobre cartas entre grandes eclesiásticos en temas de divinidad, guerras, la iglesia y oraciones.
En septiembre de 1947, tras leer Cartas del diablo a su sobrino, el padre Giovanni Calabria se sintió impulsado a escribirle al autor, pero no sabía inglés, de modo que lo hizo en latín. Así comenzó una correspondencia que sobreviviría al propio padre Calabria (murió en diciembre de 1954 y le sucedió en la correspondencia el padre Luigi Pedrollo).
El traductor y editor Martin Moynihan califica estas cartas de “límpidas, fluidas y profundamente refrescantes. También poseen un gran encanto, sobre todo por la forma en que se inician y concluyen, es decir, por los variopintos formalismos que se emplean para presentarlas o para despedirse”.
Las Cartas en latín de C. S. Lewis y Don Giovanni Calabria muestran, más que otras de sus publicaciones, la fuerte faceta devocional de Lewis y contienen temas que van desde la unidad de los cristianos y la historia moderna de Europa hasta la liturgia y el comportamiento ético general. Además, adquieren a menudo un carácter íntimo y personal.