Navegando los desafíos de la vida con promesa y propósito.
¿La ves? Está ahí, en el horizonte, a la par del sol de la mañana. Es una oportunidad y una elección. La oportunidad de hacer que este sea un gran día. Después de todo: “Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él”.
Pero ¿y esos días de embotellamientos, aeropuertos cerrados y amigos que se olvidan? Aunque la vida te cuelgue o te golpee, cada día está lleno de esperanza en la promesa y propósito de Dios. En Gran día cada día, Max Lucado desempaca los planos de Jesús para subir el nivel de cada uno de tus días y darle el máximo galardón: llenar tus días en la gracia de Jesús; encomendar tu día a Su vigilancia; aceptar Su dirección. Gracia. Vigilancia. Dirección. D-I-O-S. La receta perfecta para llenar tu día con la paz y el poder divino, y hacer un gran día cada día.