Pregunta: “Si soy un consumidor de drogas y un bebedor habitual y compulsivo, ¿realmente puedo cambiar de forma definitiva?”
Respuesta: Si, aunque todos los hábitos, compulsiones y adicciones son altamente resistentes y, por lo tanto, son muy difíciles de abandonar; pero esto no significa que sea imposible. Las actividades repetitivas alteran el cerebro haciendo aún más difícil cambiar un patrón de conducta. No obstante, nuevos patrones de comportamiento pueden ser aprendidos. Si usted acude a Dios, con la ayuda de Él podrá cambiar su forma de pensar por medio del Espíritu Santo. Él le dará el poder para seguir adelante en esa decisión de dejar el alcohol o las drogas.
“Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad” -Filipenses 2:13