Las emociones pueden confundirnos.
Un día estamos felices, tranquilas y esperanzadas; y al otro día estamos ansiosas, heridas y abrumadas. ¡Pero no tenemos que ser esclavas de nuestras emociones!
En este libro, Carolyn y Nicole nos enseñan que no debemos excusar ni seguir nuestras emociones; más bien, debemos aprender a honrar a Dios con nuestras emociones verdaderas.