“En todo lugar donde se encuentre un hijo de Dios, se abrirán los cielos, se oirá la voz del Padre y el Espíritu descenderá de forma visible sobre esta generación”
Dios está haciendo nacer un ejército de hijos que manifestarán la sustancia del Padre en toda la tierra. Estos nacidos de la intimidad con Dios, no podrán ser identificados con una tradición religiosa sino con la naturaleza de Quien los engendró. La gloria del Padre es que te parezcas a Él. La tierra quiere ver una generación de hijos que expresen la esencia divina en poder, carácter y gloria. Necesitamos ver hombres y mujeres que puedan decir como Jesús: “El que me ha visto a mi, ha visto al Padre”.
Al enemigo le lleva años corromper una identidad, a Dios un instante restaurarla. Todos hemos sido definidos por el mundo. Alguien nos dijo quiénes éramos y qué debíamos hacer. Somos el resultado de experiencias que nos marcaron y dictaron nuestro andar. Sin embargo,
- ¿Qué sucedería si descubres que Dios dice otra cosa sobre ti?
- ¿Qué si hasta aquí has vivido para suplir las expectativas del hombre y no las de tu Creador?
- ¿Has tomado dimensión de lo que puede desatarse si abrazas tu identidad eterna y comienzas a vivir en respuesta a ella?
Hay una generación que está por manifestarse. Estos no nacen de normas, reglamentos o principios de hombres. Son revolucionarios que serán dados a luz en la intimidad. Dios alumbrará a cientos que manifestarán la esencia del corazón del Ser no Creado a la humanidad. No los busques en la multitud, están perdidos en los negocios del Padre. Son los herederos de la eternidad. Son los hijos de la intimidad.
“Sé parte de la generación que manifestará a Dios en la tierra.”