Quisiera decir algo para alentarle: Dios no espera encontrar ‘buenas personas’ que no tengan necesidad de su trato; Él sabe bien que no existen tales individuos
Él escoge gente común, como tú y como yo, para ser vasos de su gracia inmerecida. Posteriormente, Él los capacita para someterse a Su voluntad y a Su disciplina. De esa forma aquellos que reciben su don de salvación ja más abusan de la inmensa generosidad del Señor; por el contrario, la atesoran en sus corazones. Abraham demuestra el propósito de Dios en su elección de nosotros los pecadores; Isaac demuestra la vida de Dios puesta por gracia a nuestra disposición en el don de su Hijo Jesucristo; Jacob señala el trato de Dios con nosotros por medio del Espíritu Santo para perseverar y caminaren el don de la salvación, conservando lo que hemos recibido. El Señor quita nuestra antigua naturaleza egoísta para dar lugar a una nueva naturaleza en Cristo, la cual puede responder a la ley de Dios y obedecer Su voluntad. De esta manera el Espíritu actúa para obtener los fines de Dios usando los medios que Él mismo dispone. Esta es la meta del trato de Dios, en todas sus facetas, para con los suyos. Watchman Nee.
En este libro el autor usa como analogía las vidas de Abraham, Isaac y Jacob para ilustrar cómo Dios se relaciona con los creyentes y cómo las circunstancias de sus vidas están dirigidas por Su mano providencial para guiarlos a ser transformados a la imagen de Cristo. Al mirar con detenimiento la vida de estos tres patriarcas aprenderemos que Dios en Su plan perfecto nos lleva a glorificarle y nos madura hasta que lleguemos a reflejar a Su Hijo en el mundo.